Después de que el instrumental ha sido recibido y se le ha realizado el proceso de limpieza y desinfección, se realiza una evaluación en la que se define cuál será el mantenimiento que se llevará a cabo para recuperar su funcionalidad o si la reparación ya no sería una opción viable.

Se realiza la limpieza a detalle así como la reparación o reemplazo de las partes dañadas del instrumento, con ayuda de los manuales de fabricantes, y la revisión del material de apoyo visual del equipo en uso para dar el mejor tratamiento.

En el arenado se lleva a cabo la limpieza y remoción de cualquier tipo de impureza al instrumental por medio de una máquina de sandblast para pasar al pulido dependiendo de la función de cada parte.

Se restaura el filo del objeto a su forma original. Este proceso se realiza con el equipo especializado y microscopios para afilar sin afectar la funcionalidad del instrumental.

Este es un proceso de personalización del instrumental. El cliente podrá decidir cuál es el acabado que optimiza la funcionalidad del objeto. Puede ser un acabado un acabado mate brillante o mixto dependiendo de su uso.

Se corrobora que el instrumento cumpla con su funcionalidad de manera correcta para pasar al envasado del instrumento en una bolsa de plástico sellada con la orden de servicio. Se prepara para la devolución del instrumento reparado al cliente.